El Código Da Vinci de Dan Brown es uno de los libros más extraordinarios de los últimos años, pero también es uno de los más controversiales. Con el estreno de su adaptación al cine en el año 2006, la polémica se multiplicó por dos: la película fue un éxito de taquilla y el libro se agotó en todas las librerías.
A lo largo de su historia, en la que seguimos al profesor de simbología Robert Langdon mientras resuelve un misterioso asesinato en el Louvre, el libro nos ofrece varios datos históricos, algunos fehacientes y otros totalmente ficticios (desde algunos inventados por el propio autor hasta teorías que fueron desacreditadas varios años antes de la publicación del libro). Lo que lo hace más chocante, es que antes de comenzar el primer capítulo, incluso antes del prólogo, la novela tiene un mensaje que dice «todas las descripciones de obras de arte, edificios, documentos y rituales secretos que aparecen en esta novela son veraces».
Ya sea que los haya cambiado adrede en nombre de la ficción o no (para que puedan coincidir con la historia), la novela ha sido muy criticada por historiadores, científicos, e incluso por la Iglesia Católica, que es la más atacada en el libro. Aún así no podemos dejar de rescatar ciertas lecciones de historia que nos ofrece Brown (como tampoco podemos dejarle pasar varias de sus «errores»).
10- La Iglesia Saint-Sulpice se construyó sobre las ruinas de un antiguo templo de la diosa Isis.
Falso. La iglesia donde el albino Silas va a buscar el secreto que le va a indicar dónde se esconde el Santo Grial no fue construida sobre ningún templo, según la evidencia arqueológica. Aunque era bastante común que las iglesias fueran construidas sobre templos.
9- Algunos miembros del Opus Dei usan un cilicio en el muslo y practican la autoflagelación.
Verdadero. El propio Opus Dei, la prelatura personal de la Iglesia Católica, lo confirma en su página web (opusdei.org), aunque la autoflagelación y el uso del cilicio, un cinturón de cuero con púas que se ata al muslo durante unas horas (para recordarles el sufrimiento de Cristo y frenar los deseos de la carne) lo practica una minoría.
La autoflagelación no es obligatoria ni se practica con una soga anudada (como dice el libro), sino que, quienes eligen realizarlo, lo hacen con una más pequeña que cabe en la mano. Afirman que «Ningún ex miembro numerario le dijo a ODAN en sus 14 años de existencia que estaban obligados a usar el cilicio y la disciplina».
8- Originalmente, el tarot se diseñó como un medio secreto para transmitir ideologías prohibidas por la Iglesia.
Falso. El tarot era desde sus inicios un simple juego de cartas. Más tarde desarrolló usos esotéricos relacionados al misticismo, la adivinación, la alquimia y rituales mágicos (pero nunca ideologías).
7- El número phi, la Proporción Divina, es fundamental en la naturaleza y el arte.
Verdadero. El número phi (Φ), que equivale a 1.618, tiene muchos nombres, pero el más común es el de «Proporción Divina» (no confundirlo con el número pi). Fue descubierto en la Antigüedad, donde se descubrió que su valor equivale a la proporción entre dos segmentos de una recta. Esto podemos aplicarlo a distintas áreas, como la matemática, el arte, la arquitectura, la biología… ¡incluso en el cuerpo humano!
Las distancias entre nuestro cuerpo son proporcionales entre sí. Si dividimos la longitud de nuestra pierna por nuestro muslo, el brazo por el antebrazo, y un sinfín de etcéteras, el valor siempre será phi = 1.618.
6- El exterminio de los templarios ocurrió el viernes 13 de octubre de 1307. De ahí surge el «viernes 13».
Falso. Es cierto lo que ocurrió en la fecha mencionada: el Papa Clemente, por pedido del rey Felipe IV, arrestó, juzgó por herejía y torturó a miles de templarios; algunos de ellos huyeron o se unieron a los Caballeros Hospitalarios. También se sostiene que, luego de las Cruzadas, los templarios eran tan ricos que se volvieron usureros incluso del rey Felipe, que se endeudó con ellos; de ahí que los haya mandado a exterminar.
Pero el origen del «viernes 13» como superstición no tiene nada que ver con este evento, sino con el cristianismo que desconfía del viernes y del 13. Todo empieza con la Última Cena, en la que participaron 13 personas (Jesús y sus doce apóstoles; Judas fue el último en llegar), y sigue con la crufixión de Jesús que fue un viernes. Además, algunos teólogos sostienen que Adán y Eva comieron del fruto prohibido un viernes y que el Gran Diluvio comenzó un viernes.
5- Sangreal es una palabra antigua que se convirtió en Santo Grial.
Verdadero. También se escribía «Sangraal». Era una palabra del inglés antiguo, donde san significaba «santo» y graal significaba «cuenco o plato». Con el tiempo, la palabra se dividió en dos, quedando como sang real, que significa «sangre real», y con esto, se empezó a extender la leyenda del Santo Grial concebido como un cáliz en vez de como un cuenco o un plato.
4-El Priorato de Sión es una sociedad secreta que adoraba a la diosa pagana.
Falso. El Priorato de Sión, los que en la novela tienen la misión de preservar el linaje de sangre de Jesucristo, es un fraude muy conocido del siglo XX que además no tenía nada que ver con la adoración a la diosa. Todos los historiadores lo descartan como un engaño.
3- La imagen del diablo con cuernos surgió cuando la Iglesia refomuló al dios de la fertilidad como símbolo del mal.
Verdadero. La Iglesia enseñó que todos los dioses paganos (no solo los dioses de la fertilidad) eran demonios, y la iconografía de los cuernos y la cola probablemente fuera tomada de los dioses con cuernos. Para saber más sobre la creencia en los demonios, léase El origen de Satanás de Elaine Pagel .
2- Jesús estaba casado con María Magdalena y tuvieron descendencia. Todo está comprobado históricamente.
Falso (perdón, Sophie). En ninguna fuente religiosa o gnósticas se hace referencia a que Jesús estuviera casado. Es cierto que el matrimonio es muy valorado en el judaísmo, pero el celibato era algo común entre los apocalipticistas judíos, donde probablemente pertenecía Jesús.
Tampoco ningún historiador apoyó la teoría de que Jesús tuviera hijos, por lo que Sophie Neveu en la realidad no podría descender del Mesías (aunque en la historia funciona bastante bien). El personaje de Teabing menciona libros reales como La revelación templaria, La mujer con la jarra de alabastro, La diosa de los Evangelios y Sangre santa, Santo Grial que apoyan esa teoría, pero no fueron escritos por historiadores o académicos profesionales.
1- María Magdalena no era prostituta, pero esa idea se asumió durante siglos.
Verdadero, aunque en el libro se explique que todo era un plan de la Iglesia para difamarla y ocultar que estaba casada con Jesús y que él era un simple mortal. En realidad, este error data de un sermón que dio el Papa Gregorio I, donde tomó al personaje de María Magdalena para ejemplificar el perdón, mezclando a distintos personajes del Nuevo Testamento.
Ella, a quien Lucas llama mujer pecadora, a quien Juan llama María, creemos que es la María de la que fueron expulsados siete demonios, según nos cuenta Marcos. ¿Y qué significaban estos siete demonios sino los vicios?… está claro hermanos, que la mujer usó previamente el ungüento para perfumar su cuerpo en actos prohibidos. Eso que antes desplegaba de la manera más escandalosa es lo que ahora ofrece a Dios de la manera más admirable.
Papa Gregorio I
La presencia de distintas «Marías» (María, la madre de Jesús y María de Betania, hermana de Lázaro) aporta a la confusión, lo mismo que la aparición de mujeres anónimas cuya identidad queda abierta a la interpretación, especialmente en el Evangelio de Lucas, cuando una «mujer pecadora que había en la ciudad» que entra a la casa de Simón el Fariseo en busca del perdón de Jesús (Lucas 7:36-50) es presentada un capítulo antes de la aparición de María Magdalena. Los eruditos modernos saben que esto es un error.